La princesa de hielo y muerte

Por Alberto ServatMilán, Italia. Es la noche del 25 de abril de 1926 y el mundo artístico se ha dado cita para presenciar el estreno de la ópera póstuma de Giacomo Puccini. Se trata de ?Turandot?, que el famoso compositor italiano ha dejado inconclusa pero que aun así ha desatado las pasiones de todos los amantes de la música. La función avanza dando rienda suelta a las emociones más encontradas. El acto final avanza y apenas el coro pronuncia las palabras ?Oblia! Liú? Poesia?, el maestro Arturo Toscanini, conductor de la orquesta, detiene la presentación. El público calla y, tal como la han venido narrando desde entonces, Toscanini se da vuelta y mirando a la audiencia dice: ?Hasta aquí llegó el maestro?. Silencio. Y, de pronto, un estallido de aplausos para los cantantes Rosa Raisa y Miguel Fleta, el resto del reparto y los demás artífices de aquella histórica noche.Puccini comenzó a dar forma musical a ?Turandot? en 1920. El argumento provenía de una antigua leyenda persa que, en el camino, se había transformado en china para enfatizar el tono legendario y exótico. El libreto estaba a cargo de Giuseppe Adami y Renato Simoni, quienes construyeron el drama en tres actos. A lo largo del proceso, que duró unos cuatro años, muchas escenas fueron cambiadas y otras suprimidas, de acuerdo con las exigencias del compositor, quien además pidió varias versiones para conseguir un epílogo coherente dado el carácter de la obra. Nada parecía satisfacerlo y para entonces lucía cansado. Más que eso, enfermo. Tanto que el 29 de noviembre de 1924 Puccini murió de un cáncer a la garganta detectado unas semanas antes.Para horror de sus seguidores, ?Turandot? había quedado inconclusa. Al parecer Puccini sabía que algo así podía suceder y por eso dejó claras instrucciones para que Riccardo Zandonai la terminara. Sin embargo, y en contra de su voluntad, el encargo quedó en manos de Franco Alfano. Tras el dramático estreno de 1926, fue la versión de Alfano la que se ha representado con más frecuencia.A partir de su estreno ?Turandot? se convirtió en una de las óperas favoritas del mundo entero, incorporándose al repertorio de todas las compañías importantes de Europa y América principalmente. También fue el comienzo de la fama de un aria para tenor que habría de convertirse en la favorita de públicos muy amplios: ?Nessun dorma?.Tres enigmas?Esta obra maestra es la suma perfecta del talento pucciniano para la melodía, que aquí es más dilatada y sutil, y para la...

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