Los presidentes viajeros en la historia

Por los periplos del poderHoy el presidente Pedro Pablo Kuczynski emprende su primera gira al exterior. Los destinos elegidos son China y Estados Unidos, países con los que busca estrechar lazos comerciales.Nuestra memoria colectiva aún recuerda el viaje a Europa del ex presidente Mariano Ignacio Prado en plena guerra con Chile, o la renuncia por fax desde Japón del ex mandatario Alberto Fujimori. No todos los viajes, sin embargo, han sido tan polémicos. La verdad, la gran mayoría han sido positivos y muchos de ellos con resultados tangibles para el país, como por ejemplo los que permitieron la firma del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos. Algunos presidentes han sido más viajeros que otros: en su segundo período, Fernando Belaunde lo hizo solo seis veces y Alan García en su primera gestión 23, mientras Alberto Fujimori en sus dos períodos viajó al menos 109 veces. Valentín Paniagua nunca salió del territorio en su breve etapa de transición. Asimismo, según consta en las resoluciones que se encuentran en el archivo digital del Congreso de la República, Toledo fue autorizado a viajar al exterior en total 58 veces, García en su segundo período 43 y Ollanta Humala 64. Este último ?en promedio? fue el presidente más viajero de la historia del Perú en un solo período de gobierno. Los viajes presidenciales han tenido distintos momentos en nuestra historia. Según plantea el especialista en derecho parlamentario César Delgado-Guembes en su libro ?Los viajes del presidente?, se han vivido cuatro etapas. La primera de carácter militar (1821-1879), donde los viajes de los jefes del Estado rara vez eran al exterior y, sobre todo, tenían como objetivo consolidar el territorio dirigiendo a sus ejércitos o enfrentando las revueltas. Luego, vendría una etapa que él llama de ?inhibición externa? (1879-1942), donde el enlace directo de nuestros presidentes con el exterior fue muy escaso y estuvieron enfocados, sobre todo, en reconstruir el país luego de la guerra con Chile. Posteriormente, vendría un período diplomático (1942-1967), donde los mandatarios básicamente fungieron de grandes relacionistas públicos del Estado. Por último, una etapa de integración económica, desde 1967 hasta nuestros días. En esta, lo primordial es obtener ventajas y beneficios concretos para los pueblos. Estos viajes, además, no pueden darse en cualquier circunstancia. Requieren una autorización especial del Parlamento que debe contener el objeto del viaje, el...

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