Presencia de Constantino

Por Augusto Rey Hernández de Agüero. AbogadoConstantino Carvallo fue acción y pensamiento. Rebelde, lúcido y comprometido con el país, fue esencialmente un hombre sensible; un maestro con profundo sentido democrático y consciente de la importancia de la educación en libertad. En 1978 fundó el colegio particular Los Reyes Rojos, en Barranco, cuando en el país muy pocos hablaban de educación alternativa, poniendo en práctica su filosofía, lo que fue un riesgo y un ejemplo.Constantino decía que cada niño recibe el mensaje de manera distinta, que las palabras del maestro tienen un eco diferente según el alma de cada alumno. Por eso siempre estuvo atento a las diferencias, para ayudarlos a descubrir lo mejor de cada uno, a despertar el espíritu crítico, a ser más creativos y más humanos. Así educó y ayudó a muchos a encontrar su camino.Como maestro, rechazó las relaciones jerárquicas, el dictado y la monotonía. Era muchas veces imprevisible; podía interrumpir una clase para ir con sus alumnos a una muestra fotográfica, ver una buena película o simplemente salir al malecón a mirar el mar. Lo recuerdo siempre buscando el diálogo y el debate; le gustaba llegar a la raíz de los asuntos, siempre con mirada crítica, lenguaje franco y actitud retadora. Tener a Constantino de maestro fue para muchos de quienes fuimos sus alumnos una experiencia fascinante, pues nos enseñó, de una forma muy peculiar, a mirar las cosas desde distintos ángulos. Recuerdo su profundo sentido del humor, algunas veces negro, pero siempre brillante.Constantino renegaba de la formación escolar mecánica y burocrática, la transmisión de conocimiento estéril y la dictadura del profesor. No pensaba en el alumno...

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