Premiar el espectáculo

Por Fabrizio Tealdo Zazzali. Columnista

El partido entre Djokovic y Wawrinka por los octavos del Australian Open ha sido calificado desde épico hasta dramático. El resultado: 1-6, 7-5, 6-4, 6-7(5) y 12-10 para ‘Nole’, quien ni en la final contra Murray tuvo un partido tan complicado. Una maravilla de duelo. Lágrimas de por medio y ovación para el perdedor; pocas veces este calificativo puede estar peor empleado.

Desde que vi el Nadal-Isner por la primera ronda del Roland Garros 2011, sentí que el puntaje que estaba recibiendo el derrotado era poco: obligó al mejor jugador de la historia sobre arcilla a irse a un quinto set y a exigirse al máximo para sacar el match.

Considero que se podría dar puntos a los jugadores fuera del top 10 que le sacan sets al campeón defensor y, por ejemplo, a los dos principales sembrados. No pienso en un puntaje desorbitante, tampoco en el resto de torneos, simplemente en unos puntos extra en los Grand Slam, sin que ello signifique que reciba más puntos que quien llega a una ronda más alta.

En los Grand Slam se asignan 2.000 puntos al campeón, 1.200 al finalista, 720 a los semifinalistas, 360 a los cuartofinalistas, 180 a los que alcanzaron la cuarta ronda, y 90, 45 y 10 para quienes caigan en los tres primeros cruces, respectivamente. Si un jugador llegó a una...

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