Precios de alimentos: cómo beneficiar a productores y consumidores

AutorJavier Escobal, Carolina Trivelli

En el 2022, la inflación alimentaria fue de 15.2%, muy por encima del 8.6% alcanzado por la inflación a nivel nacional. Los precios de los alimentos siguen altos y todo indica que se mantendrán así por un buen tiempo. A pesar de que a nivel global los precios de los principales alimentos han comenzado a reducirse (según la FAO se han reducido en enero por décimo mes consecutivo), se mantienen por encima de los precios del 2020.

Los consumidores son los principales perjudicados con los altos precios. Todos consumimos alimentos y los que menos tienen destinan un porcentaje mayor, casi la mitad de su gasto total a la compra de alimentos. Alimentos caros se traducen en una coyuntura de ingresos estancados en situaciones de hambre y de severas restricciones en el consumo de las familias.

Los precios altos de alimentos se han traducido parcialmente en mejores precios para los productores. Los precios en chacra para los 51 cultivos más importantes crecieron en promedio 14%. Algunos productos vinculados a pequeños productores como papa y café han crecido cerca de 40%, otros como el arroz vieron incrementos menores (11%). Sin embargo, estos mayores precios también han estado acompañados de un incremento sustantivo de sus costos de producción, por los altos (aunque ahora decrecientes) precios de fertilizantes, por los mayores costos de fletes, por los problemas de comercialización por bloqueos y huelgas, etc. En el agregado, a algunos productores puede haberles ido algo mejor, pero a otros también puede haberles ido peor a pesar de los mejores precios.

Nos preguntamos entonces si es posible tomar acciones para lograr que los precios de los alimentos dejen de subiry, a la vez, lograr que los productores mantengan precios que hagan sostenible su producción de alimentos. La respuesta es que sí. Se trata de retomar una agenda para mejorar los canales de comercialización de alimentos, que puede lograr ambos objetivos. La agenda pendiente está en manos de diversos actores, entre los cuales los alcaldes y, en particular, el alcalde de Lima Metropolitana tiene un rol protagónico.

Proponemos cinco rutas de acción que contribuirían a una más competitiva comercialización de alimentos:

  1. Reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos en los mercados, en particular, en el Gran Mercado Mayorista de Lima. Si bien las prácticas de comercialización han mejorado, aún hay espacio para reducir la cantidad de alimentos que se pierden por malas prácticas de manipulación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR