Politica monetaria bajo metas de inflación: Una vuelta por el mundo

AutorAlex Muller-Jiskra
CargoEconomista de BTG Pactual

Anunciar una meta cuantitativa de inflación para anclar expectativas se ha convertido en el arreglo institucional de política monetaria preferido por la ortodoxia económica. Más de 50 países, en cinco continentes, han implementado este esquema. En Latinoamérica, casi todas las economías consideradas “financieramente integradas al mundo” (Brasil, México, Colombia, Chile, Perú, Uruguay, y Rep. Dom.) lo tienen. Por supuesto, realidades diferentes han determinado que el esquema se implemente de manera distinta en cada país. Pero más allá de factores idiosincráticos, se observa una evolución que avanza a paso diferenciado por cada jurisdicción.

Si bien el nombre “metas de inflación” conduce a uno a pensar en banqueros centrales obsesionados con la inflación, en la práctica el esquema es flexible para acomodar otros objetivos de política como el crecimiento económico y la estabilidad financiera. Los estudios empíricos muestran que los resultados asociados al esquema suelen ser: mayor transparencia y predictibilidad en la política monetaria; expectativas de inflación mejor ancladas; menor volatilidad en la inflación y el ciclo económico; y mejor calidad de políticas (institucionalización del debate técnico). Sin embargo, también existen críticas. Por ejemplo, se dice que el esquema resta discreción para responder a crisis, y presta poca atención a algunas variables clave como el precio de los activos.

En el margen, posiblemente los beneficios sean mayores a los costos potenciales, y las metas de inflación sean el mejor arreglo institucional (descubierto hasta ahora) para organizar la política monetaria. Habiendo dicho eso, podría argumentarse que los 50 países que las han implementado están a la vanguardia de la política monetaria. No obstante, el esquema parece estar evolucionando más rápido en algunos países que en otros. Dos dimensiones de esta evolución son la comunicación y los mercados de derivados.

Luego que los principales “inflation targeters” (FED, ECB, BoJ, BoE, entre otros) redujeran sus tasas de referencia hasta casi 0%, la política monetaria parece estar girando hacia el manejo de expectativas. En específico, los bancos centrales están usando la comunicación como una herramienta de compromiso para comunicar la trayectoria futura de sus instrumentos de política (normalmente la tasa de referencia) y así influenciar las expectativas del mercado sobre las tasas de interés (teóricamente, toda tasa de interés = expectativa + prima por...

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