El policía, otra vez el gran olvidado

Por Pedro Ortiz Bisso. Periodista

El ministro Pedraza posee la asombrosa capacidad de causar indignación cada vez que tiene un micrófono enfrente. Se enfrasca en enrevesadas explicaciones para justificar lo que la realidad señala indefendible y olvida que su lugar está entre quienes le han dado la delicada responsabilidad de velar por su seguridad; es decir, no entre los generales a los que ampara, sino al lado de la gente.

Lo patético es que al insistir en que la inseguridad ciudadana es apenas ?una sensación? y que Lima y otras ciudades del país están lejos de los índices delictivos de México o Caracas (¡gran consuelo!), no hace más que reconocer la gigantesca desconfianza que la ciudadanía tiene sobre su labor.

Si existiese una policía profesional y competente, dirigida por mandos respetables, ajenos al manoseo político y la corrupción, salir a la calle a hacer una compra o visitar a un familiar no sería una apuesta por lo desconocido. La gente caminaría con tranquilidad, subiría a las combis con calma y estacionaría sus autos sin temor, ya que sabría que si fuese víctima de un hecho delictivo habría un agente dispuesto a atrapar al delincuente.

Esa ?sensación? que, insiste, no va de la mano con las estadísticas oficiales, es la mayor demostración de su falta de liderazgo y capacidad para afrontar el que, sin lugar a dudas, es el problema más importante que afecta a las principales ciudades del país.

El señor ministro del Interior dice que existe un plan para atacar la inseguridad. Pero da la impresión de que en el Gobierno no están muy convencidos del mismo; de otra manera no se entiende por qué el primer ministro...

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