El ?político amateur

Por Carlos Meléndez. PolitólogoEl político amateur no construye coaliciones políticas. Por el contrario, las descarta cada vez que puede. Cree que estar sentado en el sillón presidencial es suficiente coraza y, desde esa efímera posición, despotrica contra sus (ex) socios, azuza a sus opositores, socava potenciales alianzas. Se aísla con la soberbia originada en la ignorancia.No es leal a su electorado; lo defrauda. No convierte en políticas o leyes las demandas de quienes apostaron por él cuando era apenas un ?outsider? desconocido. Practica la memoria frágil, el recuerdo de las promesas de campañas encerradas en un closet. No representa.Desconoce los límites de la institucionalidad democrática. Da órdenes a los organismos de control (como el Tribunal Constitucional) como si se tratara de subordinados. Pobres de aquellos que ostentan cargos de manera provisional, interina o transitoria, ya que no gozan de legitimidad alguna ante los ojos del debutante.Se incomoda ante la vigilancia de la prensa. Considera que los medios de comunicación solo cumplen un rol destructivo. Para él (o ella), no representan la posibilidad de acercarse a la ciudadanía. Por el contrario, exige al menos 15 minutos de ?noticias positivas?. No sabe que los únicos países con ?noticias positivas? todo el día son las dictaduras.No lee encuestas; supone que están manipuladas por ?poderes desestabilizadores?. Las cree un instrumento de maniobra para hacerlo cambiar de rumbo (el político amateur solo sabe apretar el botón del piloto automático). No ve en ellas un termómetro de la opinión pública, un insumo más para responder a la ciudadanía. Desprecia a la política y a los políticos; se alucina harina de otro costal. Los llama ?tradicionales?. No se...

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