El poder de crecimiento

Por Daniel Peredo.El mundo habla del Atlético de Madrid. El equipo del presente que sometió al Barcelona, convertido ahora en el equipo del pasado. Su juego emociona: intensidad, vitalidad, hambre, pasión. Un pelotón de futbolistas físicos, trabajados y coordinados que juegan con el corazón en la boca y ganan todos los balones. ?Entrenar es el arte de convencer?, explicó Bielsa, y Simeone lo ha logrado desarrollar a la perfección. Mérito del entrenador para transmitir el plan y de los futbolistas para ejecutarlo.El fútbol, plural y generoso, ofrece una variedad de fórmulas a la hora de afrontar un partido, todas válidas aunque ninguna garantiza el éxito. Los movimientos grupales del Atlético, su conmovedora voluntad para correr, su esfuerzo físico y psicológico para contrarrestar al contrario y llevarlo al error, lo que es sumamente desgastante, ha terminado incluso persuadiendo a quienes despreciaban este modelo de juego que no parte desde la posesión de balón. Los mismos que descalificaban esta propuesta son los que ahora aplauden de pie.El Atlético es un equipo con conceptos, funcionamiento y resultados, todos sus jugadores han crecido a partir del colectivo. Renuncian desde el inicio y sin sonrojarse a la posibilidad de discutir el volumen del juego a partir de la pelota y dedican todas sus energías a la tarea de presionar con la máxima agresividad posible y reducir todos los espacios que pudiera generarse el rival. Lo fundamental es el convencimiento sobre esa forma de jugar.Como describió alguna vez Santiago Solari: prescindir de la posesión pero realizar una brillante renuncia de la pelota.Simeone lo ha conseguido. Sus jugadores pelean como colosos con intensidad...

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