¿Podemos despetrolizar la Amazonia?

AutorMonge, Carlos
CargoVRAE, SENDERO Y NARCOTR

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

En el año 2009, el Perú fue remecido por la huelga de los indígenas amazónicos que reclamaban la derogatoria de varios decretos legislativos orientados a facilitar el desarrollo de grandes inversiones en hidrocarburos y proyectos agroindustriales y de forestación comercial en sus territorios. De la misma manera, el país fue impactado por el anuncio de que los lotes 88 y 56 del proyecto Camisea no tenían suficiente gas para abastecer el mercado interno, luego de que la certificadora internacional Gaffney, Cline & Associates informó que la cantidad de reservas era menor que aquella que el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) había usado para autorizar la exportación de parte de ese gas a México. (1)

Ambas situaciones tienen en su base graves deficiencias en la gestión tanto del territorio como del sector energético, pues ni se realizó un ordenamiento territorial para establecer en qué zonas es conveniente desarrollar inversiones de gran magnitud, ni se hizo una adecuada estimación de la evolución de la demanda por gas ni del estado real de las reservas para saber si realmente era posible comprometer una porción de ese gas para la exportación.

El Perú necesita energía para producir y para crecer. El gobierno concesiona toda la Amazonía para asegurar que puede responder a esa demanda, pero infla reservas y subestima la demanda interna por gas para permitir que parte de este combustible (más limpio y barato que el petróleo) se vaya a México. Para resolver el problema, se empeña en dar más concesiones para buscar más gas y más petróleo en la Amazonía, lo que genera el descontento y la resistencia de las poblaciones que habitan los territorios que se concesionan.

¿CUÁNTA ENERGÍA NECESITAREMOS EN LOS AÑOS SIGUIENTES?

Según datos oficiales del MINEM, la tasa de crecimiento de la demanda de energía continuará su tendencia ascendente en la próxima década. La demanda de petróleo para ser procesado por refinerías en el país crecerá a una tasa promedio anual de 8,8% hasta 2017, la de gas natural de 24% (porque en 2011 habría un salto por el inicio de la exportación a México) y la de electricidad de 8,7%. El cuadro 1 compara los acumulados de demanda con las reservas (o la oferta acumulada en el caso de la electricidad) según las proyecciones del MINEM.

Las reservas probadas de petróleo no serían suficientes para producir derivados y satisfacer la demanda del mercado interno. En el caso de la electricidad, si consideramos el escenario optimista de

demanda de 62 000 GWh, la generación tampoco sería suficiente para cubrir la demanda hasta 2017, aunque a partir de 2019 aumentaría la oferta significativamente al entrar en operación las nuevas plantas de gran escala.

En el caso del gas natural, las reservas existentes sí son suficientes para cubrir las proyecciones de demanda hasta el año 2017, (2) pero la proyección a más largo plazo que presenta el MINEM muestra que las reservas no alcanzarían hasta 2028. Es decir, las reservas actuales no podrían cubrir un...

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