El Petróleo y La pobreza en el Delta de Niger

AutorAloia Álvarez Feánz

Petróleo y pobreza en el delta del Níger

Por Aloia Álvarez Feánz

El Delta del río Níger, de donde se extrae la práctica totalidad de los hidrocarburos nigerianos, se encuentra sumido en la miseria socieconómica, la degradación medioambiental y una violencia estructural derivada, en gran medida, de este escenario. El progresivo abandono que ha sufrido la región por parte del Gobierno central en la redistribución de las rentas petroleras, así como la conducta de las compañías privadas que operan en la zona, ha encontrado respuesta entre las comunidades locales desde el nacimiento de la industria hidrocarburífera en Nigeria. Estas comunidades se han ido organizando en movimientos sociales de variado signo para hacer frente a los impactos de las actividades extractivas, y reclamar del Gobierno y las empresas transnacionales un trato justo.

El Delta del río Níger se extiende a lo largo de 75.000 kilómetros cuadrados en la zona sur de Nigeria, y comprende 9 de los 36 estados de esta federación. Según el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), en esta maraña de lagos y meandros malviven en torno a unos 30 millones de personas organizadas en grupos compactos, la mayor parte de las veces no superiores a los 5.000 individuos [1]. La riqueza en recursos naturales de la zona es la mayor del país; allí, la selva umbrófila configura un paisaje de tierras agrícolas, bosques y acuíferos, con gran valor en materia de biodiversidad. Una biodiversidad que se ha visto amenazada desde los inicios de la explotación petrolera en la década de 1960, recién adquirida la independencia de parte del imperio británico.

El petróleo extraído de la región supone en torno al 50 por ciento del PIB de Nigeria, proporciona el 95 por ciento de las ganancias por divisas al país y el 80 por ciento de las rentas presupuestarias, lo que significa unos 20.000 millones de dólares al año [2]. Además, el desarrollo del subsector gasístico es imparable, haciendo del país un referente internacional como productor de este recurso. No obstante, a pesar de las enormes ganancias derivadas de la exportación de su petróleo y gas natural, el 75 por ciento de la población del Delta vive hoy bajo el umbral de la pobreza. La seguridad humana, "contra amenazas crónicas como el hambre, la enfermedad y la represión" y "contra alteraciones súbitas y dolorosas de la vida cotidiana, ya sea en el hogar, en el empleo o en la comunidad" [3], se encuentra así bajo una seria amenaza.

La destrucción de los sectores productivos tradicionales (pesca y agricultura), y los impactos sobre el medioambiente derivados de la extracción de...

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