Al pie del Tamesis: sobre el montaje.

AutorPeirano, Luis
CargoCULTURA

Hace buen tiempo vengo imaginando --y, en cierto modo, ensayando-- Al pie del Támesis, desde que era solamente una primera idea contada por el autor. Si bien suele ser frecuente que los directores de teatro se pasen muchos meses, o incluso años, rumiando un texto teatral antes de empezar a ensayarlo con los actores, no sucede lo mismo con la simple idea inicial de una obra. La gente de teatro sabe perfectamente que las buenas ideas son muy frecuentes como tema de conversación, pero no son todavía el teatro. Quienes son <> toman distancia de ,das buenas ideas>>, porque saben que una idea para un espectáculo, por más buena que sea, no es garantía suficiente para asegurar que quede escrita sobre el papel y menos aún sobre la escena.

La importancia y la necesidad de las ideas en el teatro es incuestionable, pero es igualmente cierto que estas no tienen el valor necesario para convertirse en teatralidad hasta el momento en que proponen una situación concreta en un lugar y tiempo en los que unos personajes le dan sentido, y alguien, por lo general un autor, se empeña con pasión en resolver sus conflictos.

El encuentro de los personajes de Al pie del Támesis, y la situación precisa que los alienta, en cierto modo continúa la temática central de las obras de teatro anteriores del autor --que me habían llevado incluso a montar dos de las más recientes--. Al mismo tiempo, recupera en mi memoria intensas discusiones de proyectos de montaje, en una época de febril dedicación al teatro con el grupo Ensayo, para la definición de los temas de interés a partir de los cuales decidíamos nuestro repertorio cada año. Quienes revisen los montajes que Jorge Guerra, Alberto Isola y yo hicimos durante los últimos treinta años, comprobarán que el tema de aquello que se llama identidad --psicológica, cultural y política-- ocupó buena parte de nuestro esfuerzo.

Esto se amplía con las intensas discusiones sobre muchas obras del repertorio dramático universal que leímos, examinamos y nunca pudimos hacer. Algunos fueron en verdad intentos fallidos de montaje, pero otros fueron el mero debatir la temática y la situación de conflicto que planteaban dichas obras en relación directa con el momento que nos tocaba vivir. Por esa razón, nos interesó mucho el teatro de Henrik Ibsen, August Strindberg, Franz Wedekind y Arthur Schnitzler, llegando incluso a ensayar algunas de sus obras pero sin estrenar ninguna.

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Habiendo llegado el realismo hasta su límite de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR