?Si a Perú le va bien en el Mundial, algún aprovechamiento político puede haber?

Por Jaime Pulgar VidalEn los últimos meses, el efecto de la clasificación de Perú al Mundial Rusia 2018 ha provocado, entre otras cosas, un pequeño ?boom? editorial. Legítimo interés o descarada trepada al coche, eso en la conciencia de cada autor quedará. El caso de Jaime Pulgar Vidal, periodista deportivo e historiador, es distinto: lleva años publicando libros en torno al fútbol, con importante carga investigativa. Ahora llega con ?De golpes y goles? (UPC, 2018), que establece el siempre tenso vínculo entre la política y el balompié en el Perú. Su campo de estudio está entre los años 1911 y 1939, pero el tema da para el alargue, incluso hasta nuestros días. ? ¿Por qué elegiste ese período?Primero elegí 1913 como punto de partida, porque pensé que en ese año se había escrito la primera crónica sobre la selección ?peruana? (entre comillas, porque solo eran jugadores de Lima y a veces del Callao). Pero investigué más y encontré que hubo un partido en 1911. El cierre en 1939 es porque se logró el primer éxito, el campeonato sudamericano. Y todo lo que vino después fue bastante mediocre, hubo un bache hasta los 60 más o menos. ? El relato empieza con Augusto B. Leguía de presidente. Construyó el Estadio Nacional, fomentó mucho el fútbol. Lo primero que tiene que hacer Leguía es enfrentar a una masa que se estaba descontrolando. Lima estaba creciendo ?no tanto por migración, sino de forma natural? y hubo un proceso de industrialización. Además estaban surgiendo nuevas ideas políticas, de la izquierda y del Apra. Entonces, para legitimarse, Leguía utiliza mucho las fiestas y costumbres populares. Se suma a ellas, las oficializa para hacerle ver a esos sectores que el Estado está con ellos. En ese sentido fue un político muy inteligente. En algunos casos su gobierno actuó con violencia, sí, pero en general trató de apaciguar los problemas de Lima con ese tipo de reconocimientos. ? Luego vendrían los gobiernos de Sánchez Cerro y de Óscar R. Benavides. Con este último ocurre un hecho muy emblemático: la frustrada participación de la selección peruana en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936.Lo que ocurre es que ese año estaba convocado un proceso electoral. La izquierda y el Apra estaban proscritos por considerarlos partidos internacionalistas. El movimiento fascista no estaba proscrito, pero también tenía esta esencia extranjera. Por lo tanto, lo que apoyaba el gobierno de Benavides eran los movimientos nacionalistas, vinculados a la derecha. Y...

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