El Perú aún no está en recesión, pero los ingresos per cápita retroceden

Por Instituto peruano de economía (ipe)

La debilidad de la actividad económica en el Perú ha encendido las alertas sobre la posibilidad de que la economía peruana se encuentre en una recesión. Sin embargo, una caracterización detallada de la producción y el empleo otorgan indicios más acordes con un proceso de desaceleración provocado por el clima de alta incertidumbre acentuada desde mediados del 2021.Más allá de los riesgos de una potencial recesión, el mayor peligro para la economía peruana es que profundice su desaceleración y con ello postergue aún más las oportunidades de recuperación de las condiciones de vida de los más vulnerables.?¿Economíaen recesión??El 2023 se inició con una serie de eventos adversos que afectaron temporalmente a la economía peruana. Por un lado, los conflictos sociales explicaron gran parte de la caída del PBI durante el primer trimestre del año (-0,4%), al interrumpir las actividades de sectores como el transporte, construcción y minería. Para el segundo trimestre, pese al crecimiento de doble dígito de la minería, la actividad primaria se vio afectada por los efectos del fenómeno de El Niño y otros factores sobre el agro, la pesca y manufactura primaria. A ello se suma la contracción de los sectores vinculados a la inversión, producto de la menor confianza empresarial, así como un débil avance de los sectores relacionados con el consumo.Con ello, el PBI habría cerrado la primera mitad del 2023 con dos trimestres en negativo. Sin embargo, esto no necesariamente implica una recesión. Si bien se suele decir que una recesión técnica es la contracción del PBI por dos trimestres consecutivos, el uso del término comprende, en realidad, una caída generalizada de la economía a través de un menor consumo, inversión y producción de bienes y servicios, que afecta también a los niveles de empleo e ingresos laborales.En esa línea, el Perú no se encontraría en recesión puesto que el empleo, otro indicador de actividad, aún mantiene un desempeño positivo. Así, entre enero y mayo del 2023, el empleo formal privado creció 4,8%, equivalente a la creación de cerca de 190.000 trabajos formales por mes. Esto ha sido impulsado principalmente por sectores intensivos en mano de obra, como servicios y comercio, los cuales compensaron la caída de rubros como construcción.El crecimiento del empleo formal en lo que va del 2023 contrasta con su comportamiento en episodios previos de recesión en las últimas tres décadas. Por ejemplo...

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