Persuadiendo al Nobel de la Paz

Por Juan Velit Granda. InternacionalistaEn un gesto que podría calificarse como inusual, el papa Francisco, empeñado en imprimirle un nuevo estilo al pontificado, ha convocado a los 71 embajadores acreditados en la Santa Sede para que insten a sus gobiernos a buscar una solución política y no militar en Siria.Así, el Santo Padre quiere dejar plasmado que su interés en el tema sirio va más allá de los llamados generales a la paz y busca involucrar en su mensaje directamente a quienes gobiernan los países.Por otro lado, si finalmente se realiza la intervención armada estadounidense en Siria, se va a dar un singular acontecimiento: será la primera vez en la que un premio Nobel de la Paz ordene un ataque militar.Pero este conflicto y la posible intervención occidental han ido mutando de manera acelerada. Ahora, incluso, está en juego el prestigio de la política exterior estadounidense y la disyuntiva ética y moral ante el uso de armas químicas contra civiles.Si se interviene en Siria sin el permiso de la ONU, es una flagrante violación a la soberanía de un país en el que, a pesar de haberse utilizado un material prohibido como el gas sarín, todavía no se ha determinado quiénes son los responsables.Si no se interviene, se está dando un funesto mensaje para que en el futuro otras naciones utilicen este aborrecible instrumento militar sin que les suceda nada.También está la orfandad de Estados Unidos en el escenario...

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