Las perspectivas en Brasil

Por farid kahhat

-Analista internacional-C uando en agosto pasado Marina Silva fue elegida candidata por el Partido Socialista, tres cosas parecían seguras respecto a la elección presidencial en Brasil. La primera era que, a juzgar por encuestas previas y su desempeño en la elección del 2010, Silva superaría con creces el 9% en la intención de voto con que contaba el candidato original del Partido Socialista, Eduardo Campos. La segunda certeza era que Dilma Rousseff obtendría más de un tercio de los votos en la primera ronda electoral. La tercera era que la elección se definiría en una segunda vuelta. La mayor incógnita era la identidad del contendor que enfrentaría a Rousseff en esa segunda ronda: Marina Silva o el candidato del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, Aécio Neves.Si se cumplieron esas previsiones, ¿por qué el resultado parece sorprendente? Probablemente por los giros dramáticos que brindaron las encuestas en el tiempo que medió entre las previsiones iniciales y su confirmación en las urnas. En unas tres semanas Silva escaló rauda desde el tercero hasta el primer lugar en las preferencias para la primera ronda electoral, al punto que algunas encuestas la presentaban como favorita para ser elegida presidente en la segunda vuelta.En esas tres semanas, Aécio Neves pasó de un sólido segundo lugar a un distante tercer puesto, con un 14% de intención de voto (lo cual llevó a especular sobre su posible renuncia a la candidatura para forjar una alianza con Silva).Sin embargo, tres semanas después todo volvió al punto de inicio: Rousseff obtuvo (como se estimaba durante el año previo a la elección), el voto de más de un 40% de los electores. Silva obtuvo poco más del...

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