Aún persiste en nosotros la sensación de desfallecimiento

Han pasado casi cinco años desde que la turbulencia financiera irrumpió en un mundo desprevenido en agosto del año 2007. ¿Cómo se están desempeñando, entonces, los países con altos ingresos que se han visto afectados por la crisis financiera? Mal, es la única respuesta.

De las seis economías más grandes que perciben los más altos ingresos (aparte de la Eurozona) solo las economías de EE.UU. y de Alemania están por encima de los picos anteriores. Debido a que EE.UU. fue el epicentro de los shocks iniciales, su recuperación ha sido relativamente buena. Sin embargo, ninguno de estos países puede estar satisfecho con su rendimiento. Aunque el Producto Bruto Interno (PBI) de EE.UU ha tenido una mayor tendencia al alza que la de estos países, su tasa de desempleo aumentó a más del doble, de un 4,7% en julio del 2007 a un 10% en octubre del 2009. Desde entonces, su tasa de desempleo solo ha disminuido un poco. No obstante, Estados Unidos ha logrado obtener un mejor rendimiento que el de la Eurozona, cuya economía está estancada y cuya última cifra de desempleo fue del 11,1%, en comparación con el 8,2% de EE.UU.

Las economías se estancan, mientras la política es agresiva. La tasa de interés más alta para préstamos a corto plazo ofrecida por cualquier banco central de las grandes economías con altos ingresos es la que ofrece el Banco Central Europeo (BCE) de 0,75%. Los balances generales de los bancos centrales también se han duplicado en los grandes países con altos ingresos, con respecto al PBI, desde el 2007. Japón, EE.UU y el Reino Unido siguen registrando déficits fiscales de gran magnitud en tiempos de paz. Sin embargo, a pesar de los enormes déficits fiscales, las tasas de interés a largo plazo de los bonos de los gobiernos de Japón, EE.UU. y el Reino Unido se mantienen muy bajos, a un 0,8%, 1,5% y 1,6%, respectivamente.

David Levy, del Jerome Levy Forecasting Center, rotula esta coyuntura de las economías lentas y con una enorme política de estímulos como una ?depresión contenida?. La explicación es clara: muchas economías importantes padecen de un excesivo apalancamiento, sobre todo en sus sectores financieros y en sus familias. En EE.UU., por ejemplo, la deuda total del sector privado aumentó desde el 112% del PBI en el 1976 hasta alcanzar un pico de 296% en el 2008. Este ratio había vuelto a descender hasta llegar a un 250% al final del primer trimestre de 2012, donde se encontraba en el 2003. En el 2007, el endeudamiento bruto privado de...

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