Perseverancia y paciencia

Por Presidente ejecutivo de Apoyo ConsultoríaA casi 100 días de haber iniciado su gestión, el gobierno del presidente Kuczynski empieza a recibir presiones por mostrar resultados. En el ámbito económico, al menos, habrá que tener paciencia hasta que las medidas que se adopten tengan algún efecto. El nivel de actividad económica no va a mejorar en el corto plazo. Más aun, es probable que en los siguientes meses se siga deteriorando.Es cierto que la confianza empresarial ha subido a niveles no vistos en los últimos años, y también que la cifra de crecimiento de agosto pasado, de 5,5%, impresiona en el contexto internacional. Pero esta elevada tasa responde a dos razones puntuales: una mayor producción minera, resultado de la puesta en marcha de nuevos proyectos o ampliaciones de operaciones ya existentes (Las Bambas y Cerro Verde, principalmente, cuya gestación se dio antes del 2011) y una recuperación de la pesca, producto de mejores condiciones climáticas. Pero, en simultáneo, la demanda interna ?un equivalente a la sensación térmica de la actividad productiva? sigue deteriorándose.La inercia heredada del gobierno del presidente Humala, caracterizado por su ninguneo del crecimiento de la economía, es clara: en el tercer trimestre la demanda interna no creció. La inversión privada se contrajo en 5% versus el mismo período del 2015. La producción de cemento y la de la industria de bienes de capital ?que reflejan la dinámica de la inversión privada? cayeron en tasas similares. Por ello, el empleo formal este año ha crecido en apenas 0,5%. En economía, lo que no se siembra no se cosecha. Lamentablemente, en el gobierno del presidente Humala se sembró poco o nada. Peor aún: el déficit fiscal a setiembre ascendía a 3,4% del PBI, el nivel más alto de los últimos 15 años. Esta precaria situación fiscal no solo no deja espacio para una política expansiva que permita iniciar un proceso de recuperación de la economía, sino que, por el contrario, ha obligado al gobierno a realizar un ajuste. Así, en el último trimestre, el gasto de los ministerios (que equivale al 50% del gasto público total) se reducirá en 20%, para poder alcanzar un déficit más manejable, de 3,0% del PBI. Desafortunadamente, este ajuste exacerbará el estancamiento de la economía.Entonces, sin viento a favor del exterior y sin herramientas para quebrar la inercia, la recuperación tardará algunos meses en llegar. Si se hacen las cosas razonablemente bien, es posible que la empecemos a...

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