La otra pata militar de Sendero

Por Juan Paredes Castro

Si la cacería de ?Artemio? termina en la muerte o inminente captura, será apenas el comienzo de otra gran batalla.

Un ?Artemio? físicamente liquidado o encarcelado, representará sin duda, policial y militarmente, una victoria importante frente a los rezagos armados del mayor grupo terrorista que le haya tocado enfrentar al Perú en toda su historia.

Pero eso no podrá sustraer la mayor verdad que se agita en el oriente peruano: sean cuales fueren los lugartenientes terroristas que se mueven aquí no son sino la otra pata de Sendero, aquella que este tiene enterrada en los predios de dominio del narcotráfico, a los que ni las fuerzas policiales ni las fuerzas militares han podido poner en jaque desde antes del 2000.

Muerto ?Artemio?, muerto el sicario. Como decía Hemingway, muerto el león. El problema siguiente es cómo cazar al elefante, es decir, al narcotráfico. Las diferencias no son extremas para el país, entre perder territorio en nuestro propio territorio a manos del terrorismo, o lamentar que suceda lo mismo, por la fuerza de las armas, a manos del narcotráfico.

Esta es la trama y la trampa terrible que descorre la cortina pendiente de una estrategia de lucha ?contra un narcotráfico aliado del terrorismo o al revés? que no pudo plasmarse en tan largo tiempo.

Quizás tenía que...

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