Parecería que Venezuela está a punto de imitar la transición cubana

El domingo pasado, el mundo vio por primera vez en tres años a un líder que antes acaparaba toda la atención. Era Fidel Castro -encorvado, con 86 años a cuestas y con visos de cabello blanco, pero muy vivo- paseando una tarde por La Habana.

La reaparición de Castro fue un recordatorio válido sobre la longevidad de los regímenes revolucionarios latinoamericanos y sobre los hombres fuertes que los dirigen. Esto es tan cierto sobre el pasado de Cuba como lo es sobre el futuro de Venezuela, un país que se encuentra enredado de forma similar con la salud de otro enfermo, Hugo Chávez, el presidente socialista que está abatido por el cáncer. Quizás Chávez siga los pasos de Castro.

Por supuesto, la amistad de Fidel y Hugo se remonta a muchos años atrás. Se conocieron por primera vez en diciembre de 1994, cuando Chávez viajó a Cuba para un seminario sobre Simón Bolívar, su héroe. Castro fue a recibirlo al aeropuerto internacional José Martí, demostrando un impresionante ojo para el talento, pues pasaron cinco años antes de que Chávez ganara las elecciones presidenciales.

Desde entonces, a cambio de petróleo venezolano barato, Cuba ha sido el segundo hogar de Chávez, y Castro ha sido una suerte de figura paterna y modelo político a seguir, un Bolívar moderno a quien Chávez ha buscado emular, ahora casi literalmente, en un giro macabro del destino.

Desde hace dos meses, Chávez yace en su lecho de enfermo en Cimeq, un hospital reservado para la élite, donde se está recuperando de una cirugía de cáncer. Casualmente, Cimeq es el mismo hospital donde Castro fue tratado después que le diagnosticaran diverticulitis y se viera forzado a retirarse de la vida política activa en el 2006.

Ahora, como en ese momento, se guarda celosamente cualquier información precisa sobre la salud de los líderes, incluso cuando han seguido siendo jefes de Estado. De hechoa, la última información concreta sobre la salud de Chávez se dio a conocer el 8 de diciembre, cuando anunció a la nación, con un semblante grisáceo, que había nombrado a Nicolás Maduro, el entonces vicepresidente, como su sucesor ?en caso de que algo le sucediera? durante la cirugía. Desde entonces, los informes actualizados sobre su salud se han dado a través de declaraciones oficiales poco claras, o a través de visitantes ocasionales.

Es casi seguro que Chávez...

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