Pare de sufrir

archivo dt »¡Canten carajo!?, gritaba Jorge Cabello, el socio número 33 del Municipal, frente a un periodista de El Comercio que intentaba pasar inadvertido en la tribuna del Miguel Grau. Era la primera semana de noviembre del 2000 y el editor de DT le había encargado escribir una crónica sobre la sufrida hinchada del Muni. ?La multiplicación de los 4 gatos? fue el primer titular que se le ocurrió porque ese día no eran unos cuantos sino miles los hinchas en las gradas. ?Las camisetas de la selección suplantan a las del ?Muni?, un poco por cábala, un poco por ahorro?, contaba. ?Total, todo vale cuando hay que jugar con el penúltimo y uno está siete puntos detrás de él?. La victoria 1 a 0 frente al UPAO sirvió de poco. Unas semanas después un empate frente al Alianza Atlético les desconectó el respirador artificial y los llevó a Segunda. Pero esa tarde, mientras saltaba por insistencia de don Jorge, el periodista de El Comercio entendió que para ser hincha del Muni había que saber matemáticas porque entre canto y canto hacían sumas para salvar el año. También sintió que si los dirigentes se hubiesen aferrado al libro Baldor antes que a rosarios otra hubiese sido la historia del club. Así se habrían evitado burradas como vender a Jefferson Farfán por 7 mil dólares y el pase de ?Gullit? Reyes. Los hinchas más viejos aseguran que el descalabro económico viene de toda la vida y dan como ejemplo la venta del ?Cholo? Sotil al Barcelona que, según ellos, no dejó nada de dinero al club por obra y gracia del presidente de entonces: Arturo Belaunde Guzmán. Sí, el padre de Martín Belaunde Lossio. Él fue quien hizo la negociación y llevó a Sotil a Barcelona. Y aunque ha desmentido esta acusación, la sombra quedó...

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