Al pan, pan y al vino, vino...
| Autor | CCR Investigación de mercados |
Y decir verdades, el vino es la bebida espirituosa de mayor demanda en el mercado de licores, estando su consumo ligado no solo al simple factor agrado sino también a otros de tipo cultural, social. Tendencia de la moda actual y hasta por temas de salud, por mencionar algunos.
Dimensionar este mercado en su totalidad es tarea difícil para los investigadores de la materia, no olvidemos que en nuestro país (como en otros de la región) la producción artesanal del vino es en algunas localidades la principal fuente de abastecimiento de esta preciada bebida, siendo en algunos casos las mismas haciendas e inclusive la misma Iglesia los proveedores mas conocidos dentro de cada zona.
Centrándonos en el mercado capitalino, podemos observar una explosión de este producto en los últimos años, encontrando diversidad de marcas que han ido inundando el mercado, esto íntimamente ligado al boom gastronómico por el que está atravesando nuestro país y que de una manera u otra nos ha obligado a empaparnos (aunque sea ligeramente) de esta cultura que representa el conocimiento del vino. Si alguna vez, por casualidad o por propia voluntad, asistió a una cata de vino comprenderá que el hecho de efectuar conscientemente la compra de este producto no es nada fácil y coloca al decisor de la compra en una posición de inseguridad propia de los principiantes, y no es para menos.
En Lima, dejando de lado el consumo directo (al que accedemos en restaurantes, hoteles, casinos, discotecas, etc.), la oferta de vinos por parte de los canales tradicionales, como las pequeñas licorerías de barrio y bodegas, se ha visto opacada por las impresionantes exhibiciones que se encuentran en las nuevas licorerías y vinoteras, que se ubican, por lo general, en distritos de NSE A y B, en las que no faltará un buen sommelier y las correspondientes degustaciones, que serán de gran apoyo al momento de hacer nuestra elección final.
Los supermercados se han convertido en un excelente aliado para la introducción de licores en general, y para el vino son una forma ideal de llegar a las masas de manera cotidiana. Algunas cadenas han delimitado una zona exclusiva para licores con exhibiciones que no tienen nada que envidiar a los canales especializados en la categoría; otras cadenas los exhiben en góndolas comunes contiguas a las del resto de productos, lo que obliga al ama de casa a dar...
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