Los palos dijeron no

Por Elkin Sotelo

Mendoza, Argentina. Si ya empezamos el trillado ?jugamos como nunca, perdimos como siempre?, me disculpo y sugiero que pase esta página del Diario. No lea.

En todo caso, el Perú-Colombia de anoche no aplica para esa aseveración tan injusta.

Es cierto que la bicolor se va eliminando en este Sudamericano, pero sin papelones de antaño y de toda la vida. No hubo en todo el torneo una selección que haya pasado por encima al equipo de Daniel Ahmed y eso de por sí ya es un progreso palpable y emocionante.

Es muy triste que la selección ayer no pudiese anotar un gol que alimentara las esperanzas de ir a Turquía. Se le paró enfrente al mejor equipo y líder del certamen, en clara desventaja física, pero impuso su juego ante un cuadro colombiano que solo llegó con verdadera claridad en el dudoso penal que le cobraron a Diego Chávez y que convirtió Quintero. Después, en todo el encuentro el fútbol lo puso Perú, menos el gol.

Si no fue el travesaño, fue el espectacular golero Bonilla el que se hizo figura indiscutible. Jean Deza fue el hombre que tomó la lanza y generó pánico en el campo cafetero, pero sin suerte. Cristian Benavente se echó a jugar y su jerarquía se puso de manifiesto en el mano a mano con hombres cercanos a los 90 kilos y que oscilaban el 1,90 m y de potencia física descomunal. Pero la rapidez del muchacho del Real Madrid fue lo que alegró la noche en Mendoza y mereció mejor fortuna.

Rafael Guarderas se puso un traje elegante y leyó el partido tácticamente con inteligencia desde el centro del campo. Miguel Araujo tiene la ubicación de un zaguero con...

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