¿País a la deriva?

Por RICHARDWebb

Me llamó la atención el título de un libro del historiador Heraclio Bonilla, ?Un siglo a la deriva?. Bonilla se refiere al siglo XIX, aquella ?centuria perdida? de nuestra historia, que además habría producido en el siglo XX un ?trágico desenlace? con la sujeción de la economía peruana al mercado internacional. Más aun, los sucesos de los años recientes de nuestro país, de flagrante desorden político y pérdida de dinamismo económico, parecen sugerir que las causas del daño producido durante ese siglo a la deriva siguen surtiendo efectos.Pero, ¿qué exactamente significa ?estar a la deriva? cuando se quiere explicar un siglo de historia? La alternativa implícita sería un país cuya autoridad es quien viene determinando la ruta del viaje, no necesariamente con el mejor criterio, pero por lo menos con el timón en sus manos. Si no se llega a buen puerto, la explicación sería un error de navegación, y no el haber estado a la deriva y en manos del azar. A pesar de la posibilidad de error de la autoridad, el país que sale adelante sería el que decide su propio destino, dirigiendo la nave en función de un conocimiento de sus posibilidades y debilidades.En mi opinión, la figura que sugiere Bonilla, de un país a la deriva, es una buena aproximación a la realidad gubernativa del siglo XIX. Sin embargo, mi impresión es que las consecuencias de esa ausencia fueron menos trágicas de lo que Bonilla y una mayoría de historiadores argumentan. La razón es que lo que dejaron de hacer los que debían remar fue realizado en gran medida por mareas humanas y tecnológicas que transformaron al recién nacido país.La primera, y quizás más potente de las intervenciones externas que nos levantaron, fue la llegada a principios de siglo de la recién descubierta tecnología del motor a vapor. Antes de la aparición de los barcos a vapor, las poblaciones de la costa peruana, en la práctica, existían tan separadas y desconectadas como islas en un archipiélago del Océano Pacífico. El viaje de Lima a Paita era una travesía que consumía semanas...

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