Un país de cigarras

Por Federico Salazar. PeriodistaNo hay razones para ser optimistas con respecto a la desa-celeración económica. Ante todo, porque ni el gobierno ni los especialistas aciertan en el diagnóstico. Las recetas, por tanto, van a fallar. El ministro de Economía cree que se trata de un problema transitorio. Y no es el único.?Hay consenso en que esta desaceleración es transitoria, y por lo tanto las políticas para estimular la demanda también tienen que serlo?, informa el diario ?Gestión? sobre una mesa redonda que organizó sobre el tema (?Gestión?, 17/7/14, págs. 16-17).Lo que demuestra la caída de la producción de los últimos meses es nuestra vulnerabilidad. Hemos venido creciendo al ritmo de las cotizaciones internacionales de nuestros minerales.Luego de la sensible baja en la demanda internacional, hemos sentido el frenazo. No es culpa solo de este gobierno. Es, sobre todo, culpa de los gobiernos anteriores. El actual gobierno también quiso administrar la bonanza, pero la bonanza se acabó.Se comete, ahora, el error de creer que se trata de algo temporal. Y se adoptan medidas superficiales que solo ahondarán nuestros problemas.La clave es el ?impulso de la demanda?. Esto quiere decir que el gobierno va a inyectar dinero en la economía, a través del aumento de las gratificaciones y el libramiento de una parte de los ahorros de las CTS.Ninguna de estas medidas tendrá como efecto el aumento de la eficiencia de la economía. Ninguna de estas medidas estimula la creación de riqueza. Ninguna de estas medidas mejora el poder adquisitivo de las personas.Si la gente toma dinero de sus ahorros para gastarlo, lo único que hace es cambiar...

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