Los osos que ?aceitan? las relaciones

Por la diplomacia del pandaHay pocos vínculos tan estrechos entre un país y un animal como el de China y ese fósil viviente de manchas negras sobre su pelaje blanco. No es raro que los nacimientos en zoológicos de pandas encabecen los informativos ni que algunos ejemplares reciban la atención mediática de las estrellas de Hollywood. Un canal retransmite en directo desde hace tres años el centenar de ejemplares de un centro de Chengdu, una suerte de Gran Hermano con 28 cámaras encendidas durante las 24 horas. El panda es a China lo que la vicuña al Perú con el plus diplomático. Ejerce como el mejor relacionista público de un país que no disfruta de la mejor reputación global. Lo resumió años atrás Cu Tiankai, máximo representante diplomático chino en EE.UU.: ?Hay dos embajadores chinos en Washington: yo y el cachorro de panda del Zoo Nacional?. Wu Zetian, la única emperatriz china, inició la tradición en el siglo VII regalando una pareja de pandas a su homólogo japonés. Mao Tse Tung popularizó el envío a aliados comunistas como la extinta URSS o Corea del Norte. Los pandas también han sellado acontecimientos históricos como la visita del presidente estadounidense Richard Nixon en 1972 ?que propiciaría el ingreso de China en la ONU? o la recuperación de Hong Kong en 1997 tras el colonialismo británico. A través de los pandas se explica el discurrir de la nación: sirvieron para romper su aislamiento internacional, fortalecer vínculos con gobiernos afines y, últimamente, como arma política y económica. China ha enviado 64 ejemplares al resto del mundo en el último medio siglo. Japón, su principal rival asiático, y EE.UU., su contendiente global, encabezan la lista de receptores con 14 y 13 animales, respectivamente. Solo México ha sido agraciado en Latinoamérica. Alivian tensiones como ocurrió en Taiwán, que tardó años en aceptar a la pareja Tuan y Tuan. En mandarín significa ?Reunificación? y muchos en la isla rebelde no le vieron la gracia. Solo la subida al poder de Ma Ying-jeou, más afín a...

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