Los católicos ortodoxos de Siria viven bajo acoso

Por Laura J VaroTel Abyad. En este pueblo sirio fronterizo con Turquía llevan meses sin celebrar misa, pero el complejo donde se encuentra la iglesia ortodoxa (único templo cristiano de la ciudad) tiene un cuidado jardín donde plantas y columpios conviven con maletas de refugiados. ?No tenemos sacerdote los domingos?, explica Avo Kasagian, representante armenio en el Consejo Civil. ?Llegaba de Alepo, pero no viene desde la liberación?.La guerra ha irrumpido en el día a día de los católicos orientales en Siria, donde algo menos de un 90% de la población es musulmana. Desde que en setiembre de 2012 Tel Abyad pasó a ser administrada por los rebeldes, no todo ha vuelto a su cauce. ?No tenemos miedo, pero la situación no es buena?, explica Kasagian. Luego de dos años de conflicto, lo que se inició como una revolución pacífica contra el régimen ?y aglutinó las expectativas de cambio de todas las confesiones? derivó en una guerra sectaria que ha dejado más de 93.000 muertos, según la ONU. Human Rights Watch y otros grupos activistas (entre ellos el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, vinculado a la oposición) han denunciado incidentes revanchistas contra chiitas por parte de los rebeldes, mayoritariamente sunitas, y acciones de limpieza étnica del ejército sirio, como la matanza de 50 suníes en la ciudad costera de Banyas, en la franja refugio de la población alauí (la secta del clan Asad).CRISTIANOS AMENAZADOSEn este cuadro de enfrentamiento confesional se enmarca el secuestro, en abril, de los dos obispos de las diócesis greco-ortodoxa y siriana de Alepo. Boulos Yaziji y Johanna Ibrahim desaparecieron luego de ser atacado el coche en el que se dirigían a la frontera turca. El sacerdote que conducía fue asesinado a tiros. Aquel fue el segundo incidente de este tipo que se producía desde el estallido de la guerra. Apenas dos meses después se conoció la muerte del sacerdote católico François Murad, durante un ataque insurgente a un convento en Homs. Todos los incidentes han sido atribuidos a los radicales de Al Nusra, el frente yihadista afiliado a Al Qaeda.?Jabat al-Nusra no acepta más que su propia ideología?, dice Musa al Hamo con cierta melancolía, ?viven en la oscuridad?. El ingeniero jubilado de 61 años hace ahora de jardinero en el templo ortodoxo. Ha huido de Raqqa, la primera capital ?liberada? por los rebeldes y ahora gobernada por los islamistas de Al Nusra y Ahrar as-Sham. Desde hace tres meses vive refugiado en la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR