El origen

Por Cecilia Valenzuela. Periodista

Al hombre le falta medio dedo índice de la mano izquierda, y tampoco puede mover ese pulgar. Es grueso, trigueño, mide un metro setenta, y los rasgos de su rostro son tan comunes que nadie sospecharía del psicópata que esconde detrás.

Ha asesinado a más de cien campesinos, y decenas de policías y militares peruanos a lo largo de sus 52 años. Nació en Chuschi, en la provincia de Cangallo, en Ayacucho el primero de agosto de 1960. Cuando abandonó la universidad, estaba en el cuarto ciclo de la Facultad de Antropología de la San Cristóbal de Huamanga.

En julio de 1984, cuando Abimael Guzmán le ordenó escarmentar a los humildes pobladores de Soras ?que se habían atrevido a firmar una alianza con los dirigentes de una veintena de caseríos de su comunidad para hacerle frente a Sendero Luminoso? se sintió realizado; hasta entonces no había pasado de ser un combatiente.

?Gonzalo? vio en ?José? un talento real para la muerte. Y no se equivocó: Despedazar a 117 campesinos mientras recorría, vestido de policía, los pueblitos de la serranía ayacuchana de Soras, trepado en un ómnibus interprovincial, no fue poca cosa. En ese entonces Víctor Quispe Palomino no tenía, ni siquiera, Libreta Electoral, recién le consiguieron una en diciembre del 84 en Lima, cuando el partido lo cambió de locación bajo el nombre de Glicerio Alberto Aucapoma Sánchez.

En abril de 1985, sin embargo, la policía antiterrorista lo capturó, pero semanas después el Octavo Juzgado de Instrucción Penal de Lima lo dejó en libertad por falta de pruebas. En sus generales de ley Quispe Palomino dijo ser soltero y comerciante y haber cometido el único delito de portar una falsa identidad.

Desde siempre todo ha sido falso entre los seguidores de Abimael Guzmán. ¿Cuándo han...

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