Organizar a la mayoría nacional

Por Víctor Andrés Ponce. Periodista

El presidente Humala ha perdido 6 puntos de aprobación por el desgobierno y la violencia en Cajamarca y Espinar. Si bien mantiene una adhesión respetable, la lección es clarísima: para gobernar en una democracia sin partidos con un crecimiento económico explosivo, no solo basta el apoyo de la mayoría silenciosa, sino que ella debe ser organizada. En el Perú, la democracia sufre una perpetua crisis de representación que la convierte en impredecible. A pesar de nuestros innegables avances económicos, todavía tenemos algo en común con la Rusia zarista prebolchevique, la República de Weimar alemana, la Venezuela antes de Chávez y la Bolivia previa a Evo. ¿A qué nos referimos? Las minorías activas pueden convertirse en un ?poder fáctico? en medio de nuestras fracturas institucionales. El intento de crear un desborde nacional antiminero en Conga y Espinar es una expresión clara de esta amenaza.

En una democracia sin instituciones el sufragio no es suficiente. Allí donde los bolchevismos y los fascismos se tragaron a las libertades funcionaban las urnas, pero las minorías deslegitimaron al Estado buscando resultados de sangre, se desplomaron los gobiernos y luego ellas se transformaron en mayorías dictatoriales. ¿Extremismo para calificar demandas sociales? Puede ser. Pero vale para subrayar la necesidad de organizar a la mayoría silenciosa. ¿Cómo? En primer lugar, el régimen ya avanzó sin acuerdos nacionales y el país está al borde del desmadre. Humala representa un fenómeno único: llegó al poder, se desenganchó de su base radical y apostó por la mayoría nacional. Hoy combate a sus bases de ayer. ¿Cómo puede...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR