Organizaciones civiles preocupadas

La CIDH, que tiene su sede en Washington como parte del sistema interamericano, funciona en forma autónoma a la OEA y sus críticos informes han molestado en el pasado a dictaduras de derecha que gobernaron en Latinoamérica durante la década de 1970 y parte de la década del 80.

Actualmente, algunos de sus pedidos perturban a los gobiernos de Ecuador, Venezuela y Bolivia.

También Brasil ha defendido reformas al funcionamiento de la CIDH. En su momento, la presidencia brasileña, Dilma Rousseff, se quejó por un fallo de la CIDH en una demanda indígena contra una represa en la Amazonía que detuvo su construcción.

Ecuador está molesto con la CIDH por aprobar medidas cautelares para suspender la sentencia contra tres directivos y un ex editor del diario ?El Universo?, condenados...

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