Un poco de optimismo

Por Guillermo OshiroSí, es cierto que nuestro fútbol es pobre, tiene todos los defectos posibles y que, tras ver el Mundial, se nos caen varias lágrimas de la pena. Tienen razón los que critican, los que no ven esperanzas con una federación tomada hace años como rehén por Manuel Burga. El pesimismo tiene sentido.No nos conformamos con lo que hay, pero habría que ser justos en que, a diferencia de hace unos meses, nuestros futbolistas hacen un gran esfuerzo por maquillar sus deficiencias con mucho sudor. Quizá la fiebre de Brasil 2014 también los ha tocado íntimamente.Los golazos de Lobatón hace unas semanas, los tantos de chalaca de Zúñiga y Tomasevich o resultados peleadísimos y emotivos como el 3-3 de la ?U? con San Martín del sábado ofrecen esa cuota de emoción que parecía perdida, esa emoción ausente en nuestras canchas por largo tiempo.La solución, está claro, no puede basarse en el esfuerzo de jugadores de pobre formación porque la evolución de nuestro fútbol no empieza por los pies, sino por la cabeza, esa que no han...

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