En el olvido y bajo sospecha

Por óscar paz campuzanoEsta semana, El Comercio visitó la estatua de US$833 mil que Odebrecht donó en el 2011. Eran los últimos meses del gobierno del presidente Alan García.En medio del desacuerdo con la Municipalidad de Lima por su instalación en el Morro Solar y la acusación de precios poco claros hecha por el Colegio de Arquitectos, la imagen del Cristo del Pacífico se inauguró el 29 de junio del 2011.Dos meses antes (el 11 de abril), el gobierno de García había firmado el contrato para que el consorcio que integraba Odebrecht ejecute la línea 1 del metro de Lima. Bajo la gestión aprista, esta obra incrementó su costo en más de US$400 millones.La donación ?al parecer no tan libre de pecado? nunca había estado bajo tanta sospecha como ahora, que la empresa brasileña confesó haber pagado sobornos de US$29 millones a funcionarios de los últimos tres gobiernos peruanos.Los aportes a las campañas políticas y las donaciones fueron parte del esquema de coimas de Odebrecht, según los fiscales suizos que han analizado más de 2 millones de documentos incautados en ese país.Por eso, vale la duda: ¿el Cristo del Pacífico fue un regalo o más bien formó parte de los métodos usados en el caso de corrupción más grande de América Latina? ?En decadencia?A cinco años de haber sido erigida la estatua, esta zona como sitio de encuentro para los limeños y turistas abre otro abanico de dudas. Por segunda vez en el año, El Comercio constató que el lugar no presta todas las condiciones para ser un destino de paso obligado para el turismo, pese a su enorme potencial: es un mirador innegable de la ciudad y una oportunidad para conocer más de la historia local. A lo largo de los 1,3 kilómetros de acceso, mototaxis estacionados y material de construcción obligan a invadir el otro carril de la vía, que ya es estrecha y de curvas cerradas. En el 2012, un empresario ruso despistó su vehículo en la segunda curva del camino y cayó sobre una vivienda. El hombre manejaba ebrio. La limpieza pública...

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