Oficinas prime: la estrategia de costos en un año incierto

Por Israel Lozano Girón.

Habiendo transcurrido poco más de un trimestre desde el inicio de año, queda claro que la reactivación de la economía no ha tenido la magnitud esperada. El impacto de la segunda ola y la demora en el proceso de vacunación postergan cualquier opción de recuperación y, con ello, el retorno al trabajo de oficina sigue en espera.Ante tal escenario, las inmobiliarias y empresas dedicadas al alquiler de oficinas comienzan a evaluar sus posibilidades en un rubro aún sumido en la incertidumbre. Como en cualquier crisis, son los costos los primeros a reevaluar.Reducirlos, naturalmente, puede hacer más atractiva la oferta de cara a los actuales y nuevos inquilinos. Más aún cuando, según Alfonso Birimisa, gerente de operaciones de Cushman & Wakefield Perú, hoy existe un incremento de la morosidad en el pago del mantenimiento por parte de los arrendadores. ?Una reducción puede dar cierta facilidad para mantenerse al día o aligerar su carga regular?, explica.Sin embargo, toda reducción tiene un límite y más si se trata de edificios sofisticados. Es por ello que el principal reto para el segmento de oficinas este 2021 es la reingeniería y el fino análisis de los costos de cara a mantener su competitividad.El escenarioLa consultora Cushman & Wakefield detecta que existen hasta cinco categorías de gastos en los que invierten las inmobiliarias y propietarios de metraje para oficinas. De dicho total, la limpieza y la seguridad suponen cerca del 50% [ver infografía].Anularlos por completo no es una opción, pero sí existen algunas alternativas manejables para el año en curso.Birimisa lo explica: ?si normalmente se limpiaba la fachada del edificio que son de vidrio cuatro veces al año, en realidad puedo hacerlo una sola vez este año para que no se vea desastroso. Esta limpieza puede costar de 12 mil a 14 mil soles, dependiendo del edificio. Con reducir este gaso ya serían al menos 36 mil soles menos?.Estos ajustes temporales de presupuestos pueden darse en un rango de entre 5% hasta 30%, pero dependerá de factores tales como las características físicas del edificio, la ocupación, infraestructura, el equipamiento, entre otros. Es por ello que la reducción no sigue un patrón general, sino que cada propietario debe definir cómo hacerlo.El riesgo, evidentemente, es la devaluación futura del inmueble. ?Sin embargo, hablamos de una reducción temporal. Si en adelante se deja de hacer, voy a poner en riesgo los equipos y tendré que hacer...

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