La obediencia debida y el agronegocio

AutorGabriel Arisnabarreta
CargoAmbientalista

“Argentina es uno de los países líderes en la utilización en su agricultura de cultivos genéticamente modificados (GM), con más de 22 millones de hectáreas dedicadas a los cultivos de soja, maíz y algodón que utilizan este tipo de tecnologías. El proceso de adopción de las mismas se inició en el año 1996 con la introducción de la primera soja tolerante al herbicida glifosato y ha continuado ininterrumpidamente, con una dinámica de adopción casi sin precedentes a escala mundial y que ha llevado, a que en la actualidad, este tipo de tecnologías se utilicen en prácticamente la totalidad del cultivo de soja, en el 86% del área de maíz y el 99% de la superficie de algodón.”

Con este “optimismo desenfrenado”, Eduardo J. Trigo, asesor agropecuario, escribía en Noviembre del 2011 un informe para Argenbio (Consejo Argentino para la formación y el desarrollo de la biotecnología que trabaja articuladamente con AAPRESID)) titulado “Quince años de cultivos genéticamente modificados en Argentina”.

Así mismo sostiene dicho informe que esta dinámica de adopción del paquete tecnológico siembra directa/ OGM/glifosato no tiene precedentes a escala mundial por la velocidad con la que se adoptó dicho paquete: “Es sólo comparable a la adopción de los híbridos de maíz en el estado de IOWA en 1930 pero mucho más acelerado que en el resto de los estados de USA con respecto a dicha misma tecnología, en plena “revolución verde”.

Es decir que no existe experiencia en el mundo, dicho esto por quienes defienden el modelo del agronegocio, de semejante adopción de una tecnología en un país.

“Aún dentro de la experiencia argentina, la evolución de la incorporación de estas tecnologías biotecnológicas a los procesos productivos, continua diciendo el informe, se compara muy favorablemente con otras situaciones anteriores como la del maíz híbrido y los trigos con germoplasma mexicano que aparecieron con la llamada “revolución verde”. Los maíces híbridos tardaron 27 años en alcanzar el porcentaje de aceptación que hoy tienen los maíces GM después de apenas 13 años, y los trigos mexicanos llegaron en 12 años al porcentaje de adopción que ostentó la soja en sólo 4 campañas (el 90% del mercado)”.

¿Es esto un mérito argentino o en realidad forma parte de un experimento masivo al que es sometido el pueblo argentino y nuestros agroecosistemas?

¿Esa velocidad en adoptar un modelo, es porque somos pioneros en la materia, únicos en el mundo, o por lo contrario se debe a que cumplimos disciplinadamente el rol que el mundo globalizado nos ha impuesto?

En cuanto a los supuestos beneficios ambientales de los OGM y su paquete tecnológico asociado, se menciona que: ”La combinación SD + soja tolerante al herbicida glifosato integra dos conceptos tecnológicos: 1) nuevas tecnologías mecánicas que modifican la interacción del cultivo con el recurso suelo ((siembra directa) y 2) el uso de un herbicida total (glifosato, que genera un menor impacto ambiental que otros herbicidas) altamente efectivo para controlar todo tipo de malezas y sin poder residual. La utilización de tecnologías mecánicas y el uso de herbicidas totales implican una mayor intensidad en el uso de insumos, lo cual usualmente se describe como una intensificación “dura”...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR