La nueva reforma universitaria

Por Gestor educativo y presidente de la Federación de Instituciones Privadas de Educación SuperiorEstamos a poco menos de 100 años de la Reforma Universitaria de Córdoba, cuyo carácter libertario e innovador marcó por décadas la gestión de la universidad latinoamericana. Era la reivindicación de la autonomía juvenil y los nuevos aires de la modernidad. El concepto motor era la libertad: de pensar, de transformar, de romper cánones y paradigmas tradicionales. Los fines de la reforma, sin embargo, eran más intuitivos que ciertos. El cogobierno estudiantil auguró a los escépticos el caos y, quizás por ello, nunca funcionó bien. La libertad de cátedra respondió al compromiso del docente con la tolerancia y la democracia. La autonomía ?sustantivo contestatario por su esencia independiente? reflejó la responsabilidad y madurez de quienes la ejercieron y demostró resultados tan trascendentes como deficientes.Tal como el cambio social democrático produjo la reforma cordobesa, el giro social del siglo XX obligó a repensar la gestión en general y con ello la misma gestión universitaria. Una educación secundaria que se universaliza y cuestiona el elitismo universitario y un Estado cuyos recursos le hacen imposible proveer este servicio a una población cada vez más grande promueven desde el Banco Mundial (BM) la incursión de capitales privados en el sector educativo. Entonces, la competencia y el mercado aparecen en un sector donde la oferta era proveída por la Iglesia o el Estado. Claudio Rama la denomina la segunda reforma universitaria, más silenciosa pero igualmente trascendente por sus resultados, y que derivará en una tercera reforma, caracterizada por la presencia de organismos reguladores y la exigencia de la acreditación.Nuestro país fue uno de los primeros en asumir estas recomendaciones del BM. Los resultados fueron el incremento de la cobertura (lo que evitó serios conflictos sociales que la necesidad de estudios pudo provocar). Se inició en el Perú un proceso de acreditación voluntario, impensado por los conservadores, con excepción del Sineace, que lo impulsó al margen del Ministerio de Educación. También se inició la transformación de un subsidio a la oferta a uno a la demanda. Así, programas como Beca 18 permitieron a jóvenes sin recursos y talentosos...

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