Cómo ahuyentar las nubes tormentosas que se van juntando en China

China está ingresando a una difícil transición en lo que concierne a su crecimiento, ya que no solo sigue un patrón distinto, sino que además este va disminuyendo. A esta conclusión llegué a partir del Foro de Desarrollo de China que se llevó a cabo este año en Beijing. Además, posiblemente se tratará de una transición tanto política como económica. Estas dos transiciones también interactuarán entre sí en forma compleja. El récord de éxitos económicos alcanzados en el pasado bajo el régimen del Partido Comunista no garantiza un éxito similar en el futuro.

Pero los lectores no tienen por qué confiar en lo que yo digo. Pueden creer en lo que dijo el primer ministro saliente, Wen Jiabao, el 14 de marzo: ?La reforma ha llegado a una etapa crítica en China. Si la reforma estructural política no tiene éxito, será imposible que instituyamos a cabalidad una reforma estructural económica. Lo que hemos ganado en reformas y desarrollo se puede perder, han aflorado nuevos problemas en la sociedad china que no se pueden resolver en lo fundamental, y podría repetirse una tragedia histórica como la Revolución Cultural?.

Estas interrogantes políticas tienen mucha importancia. Pero la transición económica por sí misma será bastante dura.

China está llegando al final de lo que los economistas denominan el ?crecimiento extensivo? ?impulsado por crecientes aportes de mano de obra y capital?. Ahora debe pasar al ?crecimiento intensivo? ?impulsado por una mejora en las habilidades y en la tecnología?. Entre otras consecuencias, la tasa de crecimiento de China se volverá drásticamente más lenta, desde su tasa promedio anual próxima al 10% en las últimas tres décadas.

El crecimiento extensivo de China hace que esta transición sea más difícil, sobre todo en lo que atañe a la extraordinaria tasa de inversiones y a la fuerte dependencia de inversiones como origen de la demanda (ver gráficos).

China está dejando de ser un país con mano de obra excedente, en términos del modelo de desarrollo del finado premio Nobel antillano, sir Arthur Lewis. Lewis sostenía que los sueldos de hambre de la mano de obra excedente en la agricultura determinaron que se fijaran topes bajos para los sueldos del sector moderno. Esto hizo que este sector se volviera tan rentable. Siempre y cuando se decidiera reinvertir las ganancias, como ocurre en China, la tasa de crecimiento del sector moderno y, por ende, el de la economía, sería muy alta. Pero, en algún momento, la mano de obra sería...

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