?Uno no puede pensar en paz cuando lo que se quiere es venganza?

Por maría ángelaholguínEn 15 días los colombianos decidirán si dan luz verde al acuerdo de su gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Antes de esa trascendental consulta popular, la canciller María Ángela Holguín sale al paso, vía correo electrónico, de las principales ?y no pocas? objeciones hechas al proceso de paz.?¿Estamos ante un mal acuerdo que perjudica a Colombia y sus instituciones, tal como han denunciado los ex presidentes Pastrana y Uribe?Todo lo contrario. Se negociaron soluciones a un conflicto armado que ponen fin a más de 50 años de violencia sin debilitar al Estado ni a las Fuerzas Armadas. Estamos ante un acuerdo que, además de verdad, justicia y reparación, busca la no repetición, es decir, que no haya más víctimas. El acuerdo logra que, a partir de su aprobación por la ciudadanía, las FARC hagan política sin armas. Además, trae consigo un plan de desarrollo agrario y una estrategia de sustitución sostenible de cultivos ilícitos.?¿Por qué los miembros de las FARC que reconozcan su responsabilidad pagarán sus condenas en sitios especiales de reclusión y no en cárceles convencionales?Estamos frente a un acuerdo de paz que ya es un referente en el mundo para buscar una salida a conflictos armados. Frente a su inquietud, los invito a que nos preguntemos: ¿Qué se busca con la imposición de una pena? ¿Venganza? En términos judiciales, se busca que la persona sancionada se reincorpore a la sociedad y abandone la senda del delito. Si con las sanciones contempladas en el acuerdo se consigue ello con los ex militantes de las FARC, las penas guardan el principio de proporcionalidad que se reconoce nacional e internacionalmente. ?¿Las penas de entre 5 y 8 años de prisión no resultan benignas para el tamaño de los crímenes?Para alcanzar la paz hay que tener una actitud de paz. Uno no puede pensar en paz cuando lo que quiere es venganza. Esa es una actitud retributiva, es decir, que hay que poner el mismo castigo del daño que nos hicieron. Sé que no es fácil cambiar el chip y menos cuando desde siempre nos han hablado de la ley del talión, la del ?ojo por ojo, diente por diente?. Infelizmente, la política criminal en Colombia se ha movido de acuerdo a los sentimientos y a criterios emotivos, pero si queremos alcanzar la paz tenemos que empezar a trascender más allá de los rencores y de los odios. Si reconocen su responsabilidad, recibirán penas de 5 a 8 años de restricción efectiva de la libertad. Solo...

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