Ya no hay marcha atrás

Por Idel Vexler. Especialista en Educación

El país no puede estar cambiando leyes a cada rato. Se paralizó la Ley de Carrera Pública Magisterial (LCPM) para comenzar todo de nuevo y evitar conflictos con el magisterio. Sin embargo, el problema se ha complicado y agravado. Aún no se ha promulgado la ley de reforma magisterial (LRM) y ya se ha generado incertidumbre y malestar en los gremios. Se ha querido refundar todo y nuevamente se han activado las razones de la dirigencia sindical que se opone a la meritocracia.

Estas dirigencias siempre estuvieron en contra de la LCPM, y era natural que estuvieran también en contra de la LRM, porque creen en la ?solidaridad de clase?: la meritocracia los divide y genera competencia, el buen maestro y el que no lo es debe tener el mismo tratamiento. El resultado: en los últimos 40 años se ha ?obrerizado? y ?desprofesionalizado? el magisterio, porque daba lo mismo ser un buen profesor, estudioso destacado, que no serlo. ¿Para qué esforzarse, para qué estudiar, para qué capacitarse? Por eso se oponen a la meritocracia.

Por eso se preveía que las dirigencias iban a presentar recursos de inconstitucionalidad argumentando que la LRM vulneraba sus derechos laborales; por eso es que la LCPM era voluntaria y se daba al profesor la posibilidad de postular a los cinco niveles de la carrera. En cambio, con la nueva ley, de manera compulsiva se está pasando a 200 mil maestros al nuevo magisterio. Bastaba mejorar algunos artículos de la...

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