No es un sendero económico

Por Carlos De La Puente. Filósofo

En un artículo en estas páginas Hernando de Soto ha dicho que la causa de la primavera árabe, ese movimiento masivo que desde el 2010 ha derrocado dictaduras en Túnez, Yemen, Egipto y Libia, fue el deseo de los revolucionarios de "conseguir una economía de mercado”. La visión de De Soto representa una nueva perspectiva acerca de la muy debatida cuestión sobre qué motiva a las personas a rebelarse para cambiar aspectos importantes de su sociedad. Esta es una cuestión medular tanto para la teoría social como para la rama de la filosofía que se ocupa de la ética. La pregunta sobre cuáles son las aspiraciones colectivas por las que la gente siente que vale la pena luchar está íntimamente relacionada con la pregunta sobre qué es una sociedad justa.

Apoyado en entrevistas a algunos de los actores de estas rebeliones, De Soto afirma que la motivación para esta lucha fue, no la indignación originada por dictaduras longevas y corruptas como las de Hosni Mubarak en Egipto, sino la aspiración a una mayor libertad económica que él entiende como la aspiración de reducir los costos de acceso a la legalidad.

Hay razones, sin embargo, para dudar de que cientos de miles de personas realizaron una acción coordinada para derrocar a su gobierno, motivados por el afán de reducir el peso de los trámites burocráticos impuestos a los pequeños empresarios. El motivo de acceder a una economía de mercado no parece explicar a todo el movimiento.

Un excelente documental del programa "Frontlineâ de la televisión pública estadounidense presentó a los jóvenes dirigentes del movimiento 6 de Abril, considerados los responsables de la caída de Mubarak. No es solo que este movimiento nació apoyando a una huelga de trabajadores, sino que en esas entrevistas no se menciona la búsqueda de mayor libertad económica como un motivo para la...

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