No culpen a las regiones

Por Elvis Delgado Bacigalupi. *Seguramente recuerdan los primeros años del fujimontesinismo, en los que desde el Ejecutivo y su prensa se satanizaba al Legislativo afirmando que dicho poder ?no servía para nada?. Así, se provocaron las condiciones y ?licencia social? para que en abril de 1992 se dé un duro golpe a la democracia, cerrando las cámaras de Diputados y Senadores, y cancelando el proceso de regionalización.Hasta ahora arrastramos las consecuencias de ese episodio, pues, si bien es cierto hemos logrado estabilidad económica y crecimiento por factores externos e internos, no hemos recuperado la institucionalidad. Tenemos un Poder Legislativo débil y genuflexo, una descentralización en retroceso, y un Gobierno Central que compite con los subnacionales. Según las cifras, las 1.838 municipalidades y las 25 regiones del país solo manejan el 30% del presupuesto nacional, presupuesto que llega a la cifra de S/.108.418?909.559 millones. Es decir, lejos de los discursos, el 70% del presupuesto del actual régimen es un presupuesto centralizado. Hay la idea ?creada por sectores del Gobierno y por algunos comunicadores? de que los gobiernos regionales y locales no tienen capacidad de gasto y de que, por lo tanto, sería bueno recentralizar todo esto para darle un nuevo impulso al gasto fiscal y a la economía.Vuelve entonces el fantasma de 1992 y aquel episodio de satanización y debilitación de las instituciones, esta vez de las subnacionales. Así se justificarían las pretensiones recentralistas, consumadas con las leyes de regalía minera modificada (29788), del impuesto especial a la minería (29789) y del gravamen especial a la minería (29790). La recentralización que ocurre con los recursos sucede de manera simultánea en el país en conjunto. La mofa de los burócratas del Ministerio de Economía y Finanzas...

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