Today's Premiere Show: "Aniquilacion Negra": live from Hollywood: las representaciones del "presidente negro" en Estados Unidos.
| Autor | Bonilla, Manuel |
| Cargo | INTERNACIONAL |
[ILUSTRACIÓN OMITIR]
Mabus pronto morirá, aquí empezará // un horrible destino para bestias y gentes. // Para quien la busca, la venganza llegará, // cien, sed y hambre cuando el corneta pase.
Centuria 2, cuarteta 62. ¿Nostradamus ironizando acerca del advenimiento de Obama?
Un negro en la Casa Blanca, por más irónico que suene, siempre arrastra malas noticias. Al menos es lo que nos ha mostrado Hollywood, esa fábrica de sueños (y pesadillas), en algunas películas y en otras series de televisión. No habría que tomarla como una metáfora adivinatoria ni como un símil premonitorio, pero ¿la ficción nos hará más libres?
A pocas semanas de la elección de Barack Obama como cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, aparecieron comentarios de analistas, desde diferentes tribunas, que señalaban que ese paso histórico en la democracia norteamericana no fue tan drástico: un puñado de presidentes negros, perfilados en la pantalla grande y en la caja boba, ya había "suavizado" a los ciudadanos en la idea de un negro dirigiendo el país desde la Oficina Oval. Pero ¿de qué películas estaban hablando? ¿Eso no sería restarle méritos a la propuesta de Obama (este carismático moreno sincretizado en un neosanmartincito) y a su activismo de los años 1950 y 1960 en Chicago? ¿Acaso la democracia estadounidense es el más sintonizado reality show?
Según el psicoanálisis de Freud acerca del trauma en la vida de un adulto, este debería cobrar forma concreta mediante la realización en lo real de cierto deseo inconsciente. Por otro lado, las películas siempre han sido la pantalla donde los creadores plasman y proyectan sus pasiones, pulsiones y también miedos y fobias. Entonces, ¿qué de inconsciente hay en esas representaciones del presidente negro? ¿Cuánto de pulsión? ¿De miedo? ¿Trauma o deseo?
Acaso el primero sea Sammy Davis Jr., bordeando la infancia, comiendo sandía y devorando pollo frito. Interpretaba a Rufus Jones, el niño elegido como presidente, en una pequeña comedia musical de 1933, en blanco y negro (la ironía continúa). Rufus Jones para Presidente de Roy Mack sería la primera película que arriesgaría con el hipotético y bastante estereotipado (producto de la época) rol de président noir. Desde aquellos lejanos años, se puede rastrear los cimientos de una sociedad con fisuras y cicatrices en el plano de la tolerancia racial. Un país dividido y su emporio audiovisual que mantenía una perversa inclinación en escoger afroamericanos para el papel...
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