El negocio seguro de Petro-Perú

Por Director Periodístico: Director General: Fernando Berckemeyer Olaechea Francisco Miró Quesada C.Petro-Perú ha sido desde los inicios de este gobierno más que una empresa un símbolo y un fetiche. Petro-Perú sería relanzado, empoderado, engrandecido, para que pudiera cumplir con sus funciones ?estratégicas? y demostrar, de paso, que una empresa estatal sí podía funcionar bien y ser eficiente, como, por ejemplo, la hasta entonces muy citada por los funcionarios de nuestro gobierno Petrobras (hoy, como se sabe, envuelta en una serie de multimillonarios escándalos de corrupción que han zamaqueado fuertemente al Gobierno Brasileño). Tanto se jugaba el gobierno por esta empresa, que los proyectos que en un momento se llegaron a proponer en torno de ella sumaban US$15.500 millones. A lo que, por supuesto, habría habido que agregarle los US$400 millones con los que se quiso comprar a Repsol la refinería La Pampilla, 300 estaciones de servicio y la envasadora Solgas, para devolver al Estado el monopolio absoluto de la producción, refinación, distribución y comercialización del petróleo que alguna vez tuvo (obteniendo como resultado, entre otros, la reducción de la producción petrolera del país a casi la mitad durante la década de los 80).Este Diario se opuso firmemente a todos estos intentos por muchas razones, entre las que figuraba la que viene a cuento recordar ahora: los negocios, por definición, suponen riesgos y, por lo tanto, deberían ser emprendidos solo por quienes apuestan en ellos su propio capital y no por quienes, como el Estado, arriesgan únicamente el dinero de terceros (o sea, de los contribuyentes). En esa línea, el señor Humberto Campodónico, entonces presidente de la estatal y principal promotor de su relanzamiento a gran escala, respondía que los proyectos que se proponían para Petro-Perú eran ?un negocio seguro? y sin riesgos. Una idea esta ?la del ?negocio seguro?? que, como todo emprendedor con un mínimo de experiencia sabe, es un oxímoron. Pues bien, ha pasado ya algún tiempo desde aquellas batallas y nuestro Estado ha asumido, a través de Petro-Perú, el proyecto de modernizar la refinería de Talara por un total (entre préstamos y aportes estatales) de US$3.500 millones. Esto no es, sin embargo, todo lo que ha pasado en este tiempo. También ha sucedido que en el último año, entre otras cosas gracias a la mayor explotación del mucho más barato petróleo de esquito en EE.UU., el precio del crudo tradicional ha perdido la...

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