Negligencia colectiva

Por REDACCIÓN LIMA

A las 7:30 a.m. el chofer de una miniván plateada toca la bocina intermitentemente, como dando martillazos al timón. Consigue a sus tres primeros pasajeros. Dice que es venezolano pero no quiere dar su nombre. Solo explica que llegó hace un mes a Lima y que un grupo de transportistas lo ?contrató? para hacer colectivo por toda la avenida Javier Prado. Más bocinazos. Suben otros dos clientes.Estamos en el centro de San Isidro, concretamente en la puerta del Westin Lima, uno de los hoteles más prestigiosos de la capital. Son las 7:40 a.m. A esta hora ya no son solo los colectiveros, sino también sus jaladores con carteles, quienes ocupan todo un carril de esta avenida convirtiéndola en un paradero informal, a la vista de un grupo de fiscalizadores municipales.Si este chofer llegó hace un mes a Lima podría estar circulando sin brevete peruano. Pero para nuestro sistema vial eso no importaría: los inspectores de transporte público no tienen facultades legales para retenerlo y, al no contar con licencia, tampoco pueden imponerle multas. Las papeletas que le impondrían solo estarán vinculadas al vehículo y se acumularán hasta que una orden judicial establezca su orden de captura para que vaya al depósito. Pero en Lima los depósitos están llenos.Esta escena se repite entre las calles Rivera Navarrete y Las Begonias. Para las 8:15 a.m. estos compactos vehículos se habrán multiplicado por toda la Javier Prado, generando dos cuadras continuas de tráfico. ?Estos colectiveros circulan sin SOAT para servicio público y con autos que no tienen condiciones de seguridad. Los pasajeros se exponen a muchos peligros?, dice Luis Quispe Candia, director de la ONG Luz Ámbar.?En detalle?El servicio de colectivo está prohibido por la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR