Los narcos rehabilitan 25 pistas clandestinas

Por Vanessa Romo EspinozaCiudad Constitución. Ángel Roca Ribera, el piloto boliviano abatido por la policía hace dos semanas en una comunidad asháninca de Puerto Bermúdez, en Pasco, no era un novato en el negocio del narcotráfico. Roca era un ?narcoarrepentido? ?beneficiado por un decreto boliviano de los años noventa que liberaba a los cabecillas del narcotráfico luego de cinco años de cárcel?. Ya había entrado al Perú al menos 10 veces con los narcovuelos, esta antigua modalidad de tráfico de drogas reactivada desde hace tres años en medio de la selva central.Ese domingo 24 de noviembre, cuando descendió temprano en el centro poblado El Milagro con una avioneta Cessna para llevarse 300 kilos de pasta básica lavada de cocaína, tenía programado dos vuelos más. La misión era completar casi una tonelada de droga que tenía que llevar hacia Santa Cruz, Bolivia. En la pista clandestina donde aterrizó lo esperaban unas 15 personas para completar la transacción. La policía también estaba esperándolo. Luego de siete meses en la zona viendo cómo estos aviones pasaban casi saludándolos frente a la base policial que implementaron en Ciudad Constitución, el Estado dio su primer gran golpe en el valle de Pichis Palcazú.?Esto parecía el aeropuerto Jorge Chávez?, cuenta un suboficial que llegó en abril con 700 agentes de la Dirección Antidrogas de la Policía (Dirandro) del Huallaga a Ciudad Constitución, la médula del valle. Los vuelos eran semanales y hasta diarios.No faltaban pistas: solo en los alrededores de Ciudad Constitución y Puerto Bermúdez (Pasco), y de Puerto Inca (Huánuco) llegaron a 50.La pista en la que aterrizó el piloto boliviano ya se había contado como detonada. De las 50 pistas dinamitadas en Pichis Palcazú, la Dirandro estima que 25 se han rehabilitado. Lo hacen rellenando los forados con rocas y madera. ?Si es que en cinco días no se recupera la pista, construyen otra que les toma siete días más?, indica Alberto Hart, representante de Devida, organismo encargado del desarrollo alternativo en la zona.El trabajo de la Dirandro fue detonar ?y volver a detonar? estas pistas y resguardar la erradicación de hoja de coca ilegal en la zona, es decir, todas las 4.695 hectáreas identificadas en el 2012 por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). ?Ni una sola hoja de coca de este valle va para la Empresa Nacional de Coca?, reafirma Moisés Acuña, alcalde de Ciudad Constitución.Devida señala que en Pichis Palcazú hay...

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