El mundo y la ilusión en una estampilla

Por Álvaro Gastañaduí Ramírez. Periodista

¿Qué puede caber en una pequeña estampilla de 1,5 centímetros de lado? Para unos, solo una figura de un lado y pegamento por otro. Para otros, como los que vivieron parte de su vida sin Internet, significaba ilusión, esperanza, tristezas y alegrías. Como para el preocupado amante, para quien ese papel traía la respuesta a una duda o la confirmación de su amor. O para la madre angustiada, que con la estampilla recibía la alegría de una carta del hijo que partió a un país extraño.

Y en la historia del Perú, la venta de estampillas significó en algún momento de la Guerra del Pacífico una de las pocas fuentes de ingresos del Estado. Para otros, según Ysmael Benavides, de la Casa Filatélica Bustamante, hay cultura, historia, arte y la posibilidad de viajar con la imaginación por el mundo, pues permite conocer otras culturas y países.

Sistema prepagoLas estampillas se usaron por primera vez en Inglaterra en 1840 para financiar el envío de correspondencia y en poco tiempo revolucionaron el servicio postal. Siete años después, la Compañía Inglesa de Vapores las usó en el Perú en sus barcos. Luego de diez años, cedió ese sistema a la Oficina de Correos, dirigida por José Dávila Condemarín. Desde esa fecha hasta el...

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