Momento de improvisar

La mayoría de la gente no suele pensar en la compleja coreografía que hace que las compras modernas funcionen. Basta con hacer clic y esperar, no demasiado tiempo para hacer que uno o tres paquetes lleguen a la puerta de la casa, pero durante los últimos meses, las cadenas de suministro internacionales han pasado a un primer plano debido a que el aumento de la demanda por bienes físicos y disrupciones en la oferta han restringido el flujo del comercio internacional.

En puertos alrededor del mundo, docenas de buques llenos hasta el tope de contenedores esperan fondeados su turno para transportar una caja de China a la costa oeste de Estados Unidos se ha disparado casi diez veces respecto de sus niveles prepandemia. Podría pensarse que esos inconvenientes representan el comienzo del fin de la globalización.

Los consumidores están aprendiendo cómo los contagios por covid-19 que ocurren a medio mundo de distancia o un buque atascado en el canal de Suez pueden interrumpir el casi instantáneo acceso a bienes que antes daban por sentado. Por su parte, los industriales manufactureros están descubriendo que las cadenas de suministro enfocadas en la reducción de costos también pueden significar un acceso inadecuado a componentes esenciales.

Las disrupciones son un motivo de la alta inflación en Estados Unidos, Reino Unido y muchos otros países. Pero en medio de esta depresión logística, los mercados están trabajando como suelen hacerlo, y las empresas están fallando rutas alternativas para evitar los atascos. Bajo esa intensa presión, las cadenas de suministro globales no están fallando sino que están adoptando.

Las tribulaciones se iniciaron el 2020, cuando las empresas paralizaron o redujeron su producción porque esperaban una recesión, pero en lugar de ello tuvieron ante sí una fuerte demanda por aumentos, artefactos electrónicos y equipamiento para ejercitarse en casa.

Los generosos estímulos, especialmente en Estados Unidos, mantuvieron llenas las listas de pedidos de los comercios pues la pandemia desvió el gasto en servicios hacia bienes.

Los productores de chips de computadora no han podido mantenerse al ritmo de la fiebre. El transporte de carga no contaba con capacidad disponible y ha enfrentado una serie de disrupciones, desde la saga del atasco del Ever Given en el canal de Suez hasta el cierre de puertos debido a brotes de covid-19 y tormentas como el huracán Ida. Con el sistema al límite de sus probabilidades, un percance en cualquier...

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