?El modelo de justicia es sordo ante las mujeres?

Por Linda Loaiza

Linda Loaiza venció el miedo. Se impuso al horror. Y, contra todo pronóstico, desafió al Estado Venezolano. Su determinación por lograr justicia la llevó en el 2007 a presentar su denuncia por violencia de género ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.Tras un largo proceso, el caso pasó a la Corte IDH, que dictó sentencia a su favor el 16 de noviembre del 2018 y se convirtió en el primer caso en que un tribunal internacional declara responsable a un Estado por la reacción negligente e insuficiente de los funcionarios encargados de un caso de delito de tortura y esclavitud sexual cometido por un particular.Ella tenía apenas 18 años cuando fue raptada y torturada por Luis Carrera Almoina, un ganadero que le doblaba la edad. Su rescate se produjo el 19 de julio del 2001, luego de cuatro meses de secuestro. Apareció con la cara hinchada, los párpados cerrados, quemaduras en la nariz y los labios destrozados. Pasó un año hospitalizada y fue sometida a 18 cirugías, incluida la reconstrucción vaginal.Se convirtió en abogada. En el camino presenció cómo 56 jueces se abstuvieron de atender su caso, soportó la absolución de su agresor luego de tres años de retardo procesal y la sentencia final a 6 años de cárcel sin ser acusado de violación ni homicidio frustrado. Algo similar a lo que acaba de ocurrir con Arlette Contreras, cuyo agresor fue condenado a 11 años por tentativa de feminicidio, pero fue absuelto de tentativa de violación.? ¿Qué significó para usted la decisión de la Corte IDH?No es un cierre, sino un logro extraordinario. Fue el fruto de una parte de esta incansable lucha en la que he invertido 18 años de mi vida, buscando justicia para mí y para las mujeres, niñas y adolescentes de las futuras generaciones.? El Estado Venezolano nunca ha acatado una sentencia de la Corte Interamericana. ¿Qué la hace pensar que en su caso será diferente?Ante los múltiples atropellos que he vivido de un Estado y un sistema de justicia orquestado en mi contra, lo único que he tenido y que no me ha fallado ha sido la fe. Quizá para muchos no será diferente, pero esta sentencia contribuirá a visibilizar la cara inocultable de la injusticia en mi país.? ¿No teme que se convierta en una victoria simbólica?La injusticia puede colocarse cualquier disfraz, pero siempre se la reconoce. La sentencia ha permitido que la denuncia traspase las fronteras. Es una muestra de cómo opera cuando se trata de oprimir derechos que el poder no...

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