Miles mostraron su fe al Cristo Moreno

Sentado sobre la base de un poste de luz, en el cruce de la avenida Grau y el jirón Parinacochas, frente al hospital Almenara en La Victoria, un hombre de cabellera blanca intenta prender su cigarrillo. Sobre sus hombros lleva un capote morado. Él, quien se apellida Pariente, confiesa sentir un gran cansancio debido a la vida que le ha tocado vivir.Segundo de ocho hermanos, pasó muchas veces hambre de niño. Debido a la pobreza, dejó su natal Chota, en Cajamarca, a los 20 años, en busca de una mejor vida en Lima. Durante varias semanas, no encontró trabajo en la capital y las preocupaciones económicas fueron creciendo. En una de esas noches frías de octubre, vio por primera vez el anda del Señor de los Milagros. ?Le recé con mucha fe y a los pocos días me fue bien. Conseguí empleo y conocí a la que fue mi esposa?, afirma. Como agradecimiento, se convirtió en voluntario de la Cruz Roja durante varias...

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