Michel Warschawsky: Israel es un Estado de estructura colonial.

AutorBartet, Leyla
CargoEntrevista

El 3 de diciembre, Jerusalén amaneció con sol. Michel Warschawsky sonríe en su oficina del Centro de Información Alternativa (AIC) y su labio superior levanta involuntariamente sus grandes bigotes canos. No es para menos: a pesar de las presiones del Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia (CRIF), el gobierno francés acaba de informarle que ha sido designado ganador del prestigioso Premio Internacional de Derechos Humanos de la República Francesa. Su militancia se inició tras la guerra de los seis días en 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania, Gaza y parte del Golán sirio. Pero es solo en 1984 que logra crear el AIC como frente de organizaciones pacifistas israelíes y palestinas. En 1989 es condenado a veinte meses de prisión por "prestar servicios a organizaciones ilegales". Autor de varios libros, en particular el notable Sobre la frontera donde se interroga sobre los límites del Estado de Israel, país que no reivindica fronteras precisas porque estas van avanzando en función de las ocupaciones y las anexiones. "Se trata, dice, de una frontera simbólica entre la legalidad y la ilegalidad porque la frontera implica un cuestionamiento permanente sobre lo que nos define y sobre lo que es el otro, la alteridad está detrás de la frontera". Warscharwsky organiza periódicamente viajes a su país de extranjeros deseosos de conocer más y mejor la realidad de Israel y la situación de la población palestina.

¿Cómo surge la idea de crear una organización como el AIC?

En 1982 tiene lugar la guerra del Líbano, una campaña militar titulada "Paz para Galilea" y supuestamente destinada a garantizar la seguridad de nuestra frontera norte. Pero no nos contentamos siquiera con la ilegal ocupación del sur del Líbano. Tsahal [el ejército] llegó hasta Beirut, donde estableció un larguísimo sitio. Este alarde bélico produjo una inmensa ola de rechazo dentro de Israel. Más de cuatrocientas mil personas salieron a las calles de Tel Aviv para condenar las masacres de Sabrá y Chatila. Nuestros amigos palestinos nos decían "No entendemos lo que ocurre. No esperábamos semejante movilización". Había, pues, una demanda de inteligibilidad, era preciso un discurso que explicara lo que estaba ocurriendo en el país. Paralelamente, en Palestina tenía lugar en ese mismo momento un nuevo fenómeno: el surgimiento de un movimiento popular autónomo que más tarde se convertiría en la primera Intifada. Creamos el centro con la voluntad de dar a conocer la...

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