La metapolítica fujimorista

Por AdrianaUrrutiaEl Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta. Fuerza Popular es un partido carismático en el sentido definido por Angelo Panebianco en su libro ?Modelos de partido?. Un partido cuya base es un movimiento fundado y sostenido alrededor de la imagen y acciones de un único líder y cuyo nombre nace de su apellido: fujimorismo. Como todo partido carismático, se basa en los vínculos personales de lealtad que relacionan a los partidarios con su líder, que aparece como un mesías. De esta característica resulta que no existen reglas internas institucionalizadas y, como consecuencia, se rige por criterios personales y arbitrarios. La confianza del jefe hacia sus subordinados es lo que determina las posibilidades de carrera dentro de la organización. Enfrentarse al líder, en una organización de este tipo, equivale a sellar el fin de su carrera política (Panebianco, 1990).La situación se complica cuando este liderazgo resulta de la transmisión de un poder dinástico y cuando hay más de un heredero para ese trono.La pugna fraterna de las últimas semanas entre los hermanos Keiko y Kenji Fujimori, más allá de presentarse como la telenovela política del momento, no deja de evidenciar las limitaciones de la organización hacia el futuro. Pero, por sobre todas las cosas, ha generado un momento refundacional para el liderazgo de Kenji en el largo plazo.La situación vista desde el lado de Keiko es mirar la batalla desde la orilla de quien estaría perdiendo la guerra.En primer lugar, ella viene trabajando en los últimos años para hacer que Fuerza Popular no sea solo una empresa familiar sino una organización sólida. La sanción a su hermano fue definida por un mecanismo partidario, buscando despersonalizar la confrontación. Pero, tal como señala la carta de los parlamentarios afines a Kenji, la disputa es familiar y, en su partido, confrontarse entre hermanos es sinónimo de dividirlo. Desde su perspectiva, esta decisión confronta a su partido con su debilidad: un proceso de institucionalización con poca eficacia. En segundo lugar, la superación del complejo de Electra es el principal reto de Keiko. Su partido se ha consolidado en torno a lo que significa el mesías fundacional, su padre Alberto Fujimori. Tomar distancia de él plantea el...

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